Por Arturo Conde Pérez
Presidente del Colegio Nacional de Consejeros
Cuando escuchamos la palabra “espiritualidad” solemos remitirnos al concepto de “religión” y de ahí esperamos que todas las respuestas lleguen por un canal “celestial.
Creo que es importante retomar el concepto de espiritualidad en el ámbito de las Adicciones y las conductas antisociales, para tratar de entender la función que esta tiene en los procesos de rehabilitación.
La espiritualidad a la que me refiero en este artículo tiene que ver con la búsqueda de respuestas en nuestro interior, tratando de entender que la comunicación más importante para comprender nuestra misión en esta vida y la visión para transitar por ella, es precisamente la que mantenemos con nuestro yo interno. A partir de ahí es que viene una reflexión de calidad sobre lo que somos y hacia a donde vamos, pero también es el lugar ideal para reconciliarnos con nosotros mismos y poder salir de falsos caminos que en algún momento parecieron ser la respuesta a diferentes vacíos existenciales, como lo es el caso de las Adicciones.
Todos los que estamos inmersos en el ámbito de la prevención de las Adicciones y las diferentes conductas antisociales, sabemos que esa comunicación interna es básica para combatir sentimientos como la soledad, vacío, desesperanza, pérdida de fe y resentimientos, los cuales son prácticamente la “antesala ” al consumo de drogas y el alcohol, doblegando la voluntad de quienes transitan por este difícil camino.
La espiritualidad en un paciente en rehabilitación es precisamente la “piedra angular del tratamiento”.
Existen varios caminos para lograr un mayor grado de espiritualidad, no todos son por medio de la religión, aunque esta es un camino efectivo evidentemente. No obstante, esa comunicación interna productiva y sanadora que brinda el ejercer un nivel óptimo de espiritualidad, nos permite enfrentar situaciones difíciles, como lo es un proceso de rehabilitación, que en ocasiones toma un largo tiempo e incluso presenta recaídas o retrocesos.
Como directivos de un colegio que busca la profesionalización del personal inmerso en procesos de rehabilitación de Adicciones y como consejeros en general, es nuestro deber Promover e incentivar la espiritualidad entre los jóvenes en general y sobre todo entre nuestros pacientes y gente a la que acompañamos en sus procesos de rehabilitación. Sabemos del impacto positivo de la espiritualidad en el desarrollo de los jóvenes, incluyendo en su autoestima y en sus comportamientos dentro de la sociedad, así como la injerencia de la espiritualidad en la reducción de las conductas antisociales en general y por si fuera poco, diferentes estudios concluyen en que esta es un factor que tiende a reducir síntomas de depresión, ansiedad, nerviosismo y estrés.
Es necesario que platiquemos con los jóvenes y que les hagamos entender que la búsqueda del sentido de sus vidas se da en su interior y no mediante falsas promesas que a diario reciben por diferentes conductos y personas.
En la medida en que hagamos esto, estaremos preparando generaciones con un mayor grado de inteligencia emocional y compasión por sus semejantes, como resultado del contacto permanente con su yo interno.
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